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El libro ilustrado español (II): el grabado

Grabadores ilustres

 

Siglo XVI


Arfe y Villafañe, Antonio de    

Hijo de un platero con su mismo nombre, Antonio de Arfe y Villafañe ayuda en el oficio, primero, a su progenitor; y, más tarde, a su hermano Juan: orfebre de gran renombre. De su actividad como grabador conocemos solo algunas estampas xilográficas. La primera, la portada del libro Compendio de algunas historias de España… y de la familia de los Girones (1577). La muerte le acontece en 1580. En tal año, su hermano encuentra una versión de las Fábulas de Esopo que él mismo traduce e ilustra. Son las Vida y fábulas exemplares del Natural Filósofo y famossísimo Fabulador Esopo (1586).

Vingles, Jean de. 1498-

Jean de Vingles nace en Lyon (1498) en el seno de una familia dedicada a la impresión de libros. Después de una breve etapa en el negocio, llega a España hacia 1520 para dedicarse a la xilografía. En este sentido, se nos postula como el primer grabador en madera del que se tiene constancia histórica. A él se atribuyen más de cien tacos; pero la obra que marca la cúspide de su producción es su colaboración con el calígrafo Juan de Yciar en la Recopilación subtilisima intitulada Ortographia Practica (1548). En 1552 se le encarga la impresión de dos libros en Pau (Francia). Ahí se interrumpen las noticias de su actividad.

Siglo XVII


Arteaga, Matías de. 1633-1704

Matías de Arteaga y Alfaro nace en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real) en 1633; pero se traslada poco después con su familia a la capital andaluza, donde trabaja en el taller de su padre Bartolomé –también grabador. En tal ciudad, funda –junto a Murillo– la academia sevillana. Como maestro del grabado participa en diversas obras; sin embargo, cabe destacar sobre todo su intervención en la obra cumbre del grabado sevillano del siglo XVII: Fiestas de la S. Iglesia Metropolitana, y Patriarcal de Sevilla: al nuevo culto del señor rey S. Fernando el Tercero… (1672), en la que graba la planta y fachada de la Catedral, y la Giralda adornada de bandoleras. Muere en 1704 ya gravemente enfermo.

Astor, Diego de. ca. 1609-1650

Nacido en Malinas (Bélgica), el calcógrafo Diego de Astor desarrollaría –sin embargo– gran parte de su carrera en España. Tras formarse en Flandes, se establece en Toledo a inicios del siglo XVII. Allí trabaja en el taller de Doménikos Theotokópoulos "El Greco", para quien realiza en 1606 la copia invertida de su San Francisco arrodillado contemplando una calavera. Tres años más tarde, Felipe III le nombraría grabador de la Casa de la Moneda (Segovia), cargo que ocupó –al menos– dos décadas. Desde 1636 trabajó, además, como tallador del sello de la Imprenta Real, manteniendo un estilo clasicista con influencias barrocas. Su producción incluye estampas devocionales sueltas; portadas de libros como la Historia del apóstol de Jesucristo Santiago (1610), de Mauro Castellá Ferrer, o la Historia de la insigne ciudad de Segovia... (1640), escrita por Colmenares. También realizó algunas vistas arquitectónicas. 

Beer, María Eugenia de. fl. 1640-1652

Hija del grabador flamenco Cornelio de Beer –de quien es discípula– a esta calcógrafa se la conoce por haber trabajado en numerosos libros madrileños del siglo XVII. Entre ellos, se encuentra su obra maestra: las láminas y la portada realizadas para los Exercicios de la gineta (1643) de Gregorio de Tapia y Salcedo. Otros trabajos conocidos los realiza en el Tomo Segundo de los oprobios q(ue) en el árbol de la cruz oyó Xro… (de fray Francisco de Rojas), el cual dedica al conde duque de Olivares; y la reunión que hace de 25 estampas en el Cuaderno de aves que le dedica al príncipe Baltasar Carlos.

Herrera, Francisco de. ca. 1590-1654

Francisco de Herrera, el Viejo –apodado así en contraposición a su hijo, que se gana el sobrenombre de “el Mozo”– preside los comienzos del grabado sevillano del siglo XVII; y es que, ya en 1619, Pacheco certifica su oficio de grabador. Le viene de familia: su padre Juan de Herrera y Aguilar también era calcógrafo. Así, su primera obra firmada puede fecharse en 1609. En concreto, graba la portada de las Constituciones del arzobispado de Sevilla. No obstante, no es hasta 1619 que aprueba su examen de maestría ante el gremio; fecha hasta la que trabaja, por tanto, de forma irregular e ilegal para su tiempo. Su prestigio ya era completo en la década de 1640; en la siguiente, se traslada a la Corte en búsqueda de mejores perspectivas laborales. Moriría allí en 1654.

Martínez, Crisóstomo. ca. 1638-1694

El valenciano Crisóstomo Martínez nace alrededor de 1638. Vinculado al movimiento novator de la ciencia barroca, se formará inicialmente en pintura, dibujo y grabado hasta que –hacia 1680– la ciudad y la Universidad de Valencia, con el apoyo de Carlos II, le conceden una pensión para realizar su célebre Atlas anatómicoLo completaría en 1687 en un viaje a París, donde conoce a Guichard Joseph du Verney y entra en contacto con la Académie des Sciences. Sin embargo, en 1690, acusado de espionaje en el país galo, se vio obligado a huir a Flandes. Allí moriría sin ver concluida su obra. De ella se celebra su innovadora interpretación de la médula, fruto de un estudio casi pionero en el ámbito de la anatomía microscópica.

Obregón, Diego de. fl. 1658-1699

Hijo del también calcógrafo Pedro de Obregón. Citan Ceán Bermúdez y Gallego, como su obra más conocida, las estampas de cuadrúpedos y aves que graba para el Gobierno moral y político hallado en las fieras y animales silvestres (1ª ed., 1658; 2ª ed., 1683), de fray Andrés de Valdecebro; sin embargo, quizás su obra de mayor significancia histórica son las calcografías que prepara en cobre para la primera edición ilustrada del Quijote que se realiza en España, impresa por Andrés García de la Iglesia en 1674.

Perret, Pedro. 1555-ca. 1625

Pieter o Pierre Perret –castellanizado Pedro– es un grabador flamenco que nace en Amberes alrededor de 1555. Tras una estancia en Roma, y un posterior trabajo como calcógrafo personal del duque de Baviera y del elector de Colonia, viaja a España para trabajar en el taller de Juan de Herrera; allí, se encarga de grabar en cobre los dibujos de El Escorial que su maestro le va encomendando. A finales de siglo, es nombrado “Tallador de Cámara” por Felipe II. Para el monarca realiza vistas y planos de El Escorial, retratos y portadas de libros. Finalmente, desde 1609 hasta su muerte sobre 1625, se dedica a la producción editorial en la capital española.

Villafranca Malagón, Pedro. ca. 1615-1684

Pedro de Villafranca Malagón es un calcógrafo que nace en Alcolea de Calatrava (Ciudad Real) hacia 1615. Se traslada joven a Madrid, al taller de Vicente Carducho. En la ciudad hace amistad con Pedro Perret –de quien aprende el arte del grabado–, Francisco Solís y Antonio Arias, entre otros. En 1654 Felipe IV, para quien prepara las Láminas del panteón el Escorial (1657), con el retrato del monarca, le nombra Grabador de Cámara. De sus últimos trabajos destaca la restauración pictórica de las salas de batallas del monasterio el Escorial en 1677. Siete años después, el 27 de julio de 1684, muere en Madrid.

Siglo XVIII


Barsanti, Nicolás. ca. 1750-1815

Nicolo Barsanti –españolizado Nicolás– nace alrededor de 1750. Habiendo iniciado su actividad en Roma, conoce allí al conde de Floridablanca, a quien acompaña en 1778 en su regreso a España. Es así como el artista establece su residencia definitiva en Madrid. Primero, ocupa cargos contables en El Escorial y el Banco de San Carlos; después, en 1789 se le nombra director de la Real Calcografía. Desde este puesto, recuperó para el Estado láminas, supervisó la impresión de vales del Banco de San Carlos y dirigió, por un lado, la revista Retratos de los Españoles Ilustres; y, por otro, la realización de las estampas de los cuadros reales. Fallece el 13 de diciembre de 1815 en la capital.

Irala, Matías de. 1680-1753

Matías Antonio de Irala Yuso nace en el seno de una rica familia guipuzcoana que pronto se traslada a Madrid. Desde temprana edad ya se dedica al dibujo y al grabado; en concreto, copiando estampas extranjeras. En 1704 toma el hábito de la Orden de San Francisco de Paula; y será en el convento de la Victoria de la capital española donde desarrolle su obra. Exento de algunos oficios por el prelado, crea en su celda una suerte de aula artística donde graba –durante 48 años– estampas, láminas, planos y modelos de temática religiosa, entre las que destacan aquellas de carácter pedagógico. En junio de 1753 ingresa en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Morirá, no obstante, meses después: el 16 de diciembre.

Moles, Pascual Pedro. 1741-1797

Pasqual Pere Moles i Coronas nace en Valencia en 1741. Allí será primero discípulo de José Vergara antes de completar su formación en la Academia de Santa Bárbara (1754-58). Unos años más tarde, emigraría a Barcelona (1762), donde obtiene el título de Grabador de la Real Junta de Comercio de Cataluña (1764). Ingresará como Académico en la Real Academia de San Fernando al año siguiente, gracias a haber colaborado con Francesc Trumulles. Funda en 1775 la Escuela Gratuita de Diseño, donde se postula como el primer profesor de grabado de Barcelona. Se suicida en 1797 mientras la dirige. Su labor como grabador incluye ilustraciones para las Memorias históricas de Capmany (1779).

Monfort y Asensi, Manuel. 1736-1806

Hijo del celebérrimo editor Benito Monfort, el valenciano Manuel Monfort y Asensi se forma tempranamente en la imprenta paterna, por un lado, y con las clases de dibujo del natural que José Vergara Gimeno imparte en su casa, por otro. Cofunda en 1753 la Academia de Bellas Artes de Santa Bárbara, donde es director de grabado. Entre 1761 y 1778 se mueve entre Valencia y Madrid hasta que –en tal año– es nombrado director de estudio de los pensionados por la Academia de San Carlos en la capital. Antes, habría participado ya en la ilustración de las ediciones quijotescas de Ibarra (1771) y Sancha (1777). En 1784 se le nombra administrador y tesorero de la Biblioteca Real y director de la Imprenta Real. Al jubilarse en 1794 regresa a Valencia, donde muere en 1806.

Moreno Tejada, Juan. 1739-1805

Juan Moreno de Tejada nace en Carrión de los Condes (Palencia) en 1739. Se inicia como grabador de forma autodidacta, copiando estampas y siguiendo el manual de Manuel Rueda. En 1764 se traslada a Madrid, donde completa su formación en la Real Academia de San Fernando, que lo nombrará académico de mérito en 1794, al igual que la de San Carlos de México. Grabador de cámara de Carlos IV desde 1801, sobresale por sus retratos, estampas devocionales y colaboraciones en grandes empresas ilustradas como las mencionadas ediciones del Quijote y las Vistas de AranjuezAdemás, compone el poema didáctico "Excelencias del pincel y del buril" (1804), donde celebra el arte del grabado, que cultivará con precisión hasta su muerte en Madrid en 1805.

Palomino, Juan Bernabé. 1692-1777

El cordobés Juan Bernabé Palomino Fernández de la Vega nace el 15 de diciembre de 1662. Tras una estancia en Madrid, en la compañía de su tío, vuelve a su ciudad natal, donde se dedicará a copiar e imitar estampas a buril. A Felipe V le agrada tanto lo que le llega suyo, que le hace venir a grabar los planes de la jurisdicción de Madrid y en 1736 le concedería la plaza de Grabador de Cámara. En 1752 sería nombrado director de grabado en dulce de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde ejercería como profesor. Moriría en febrero de 1777, dejando un prolífico legado, en donde destaca aquella estampa encargada por la Junta de la Real Congregación de San Fermín, que representa al santo navarro.

Palomino, Juan Fernando. m. 1793

Hijo y discípulo del anterior, Juan Fernando Palomino y de Oropesa nace en Madrid y pronto muestra las aptitudes artísticas de su padre. En 1754 obtiene el premio de su clase en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y, el 6 de abril de 1777, se le nombra académico de mérito de tal institución en la categoría de grabado. En cuanto a su obra, participa junto a Minguet en el proyecto de la Secretaría de Estado sobre retratos reales –donde probablemente ejecutara el de Felipe II; también en las Antigüedades Árabes de España (1770-1774) y en la edición de lujo del Quijote que edita la Real Academia Española en 1780. Además, ilustra –de igual forma– una serie de monumentos y vistas para el Atlante Español (1778-1784), obra criticada por sus inexactitudes (pues al grabador se le pide que realice unas calcografías en función de lo que se imaginara a raíz de las descripciones que recibiese de Bernardo Espinalt y García, el autor). No obstante, el libro es de gran relevancia por la amplitud de su repertorio gráfico. Finalmente, el calcógrafo muere en Madrid en 1793.

Paret y Alcázar, Luis. 1746-1799

Luis Paret y Alcázar (Madrid, 1746–1799) es –junto a Goya– el mayor representante del rococó en la pintura española. Se forma en la Real Academia de San Fernando con Antonio González Velázquez y, tras ser pensionado en Roma, pintará delicadas escenas de gabinete y las célebres vistas de los puertos cantábricos que le encarga Carlos III, gracias a las cuales se gana un nombre. Es durante un tiempo el protegido del infante don Luis –quien le financia su estancia romana–; pero se acusará al pintor de proporcionarle mujeres jóvenes, y el rey le desterrará de Madrid. Años después, no obstante, regresará como vicesecretario de la Real Academia. A lo largo de su carrera, realiza diseños para calcógrafos y graba él mismo al aguafuerte una cabeza de turco y de mujeres con prendidos, piezas que serán elogiadas por su delicadeza y gusto.

Salvador Carmona, Manuel. 1734-1820

Gran renovador del grabado español dieciochesco, Manuel Salvador Carmona nace en Nava del Rey (Valladolid) en 1734. Se forma en la Real Academia de San Fernando y, pensionado en París, aprenderá la técnica del buril con Dupuis. Allí ingresará —por unanimidad— en la Real Academia de Pintura y Escultura. De regreso en Madrid, institucionaliza la enseñanza del grabado en España desde su cátedra en San Fernando, consolidando una escuela propia. Será también Grabador de Cámara del Rey y colaborará en los principales proyectos editoriales de su tiempo. A su muerte en Madrid (1820), dejará una obra extensa y depurada, en la que destacan el retrato, el grabado histórico y el ornamental.

Selma, Fernando. 1752-1810

Nacido en València en 1752, Fernando Selma será uno de los principales grabadores ilustrados del siglo XVIII español. Se forma en la Academia de San Fernando y, pensionado en Madrid, estudia con Francisco Bayeu y Manuel Salvador Carmona, de quien se convertirá en su discípulo más destacado. Participará en los grandes proyectos de la Imprenta Real como miembro de la Real Calcografía, entre ellos el Quijote de Ibarra y los Retratos de españoles ilustres. Desde 1799 será Grabador de Cámara de Carlos IV. En sus últimos años se dedicará al grabado de cartas náuticas y vistas costeras para el Depósito Hidrográfico. Morirá en 1810 en la capital española.

Sureda, Bartolomé. 1769-1851

Bartolomé Sureda y Mirasol nace en Palma de Mallorca en 1769, donde se formará en dibujo en la Escuela dependiente de la Real Sociedad Económica Mallorquina de Amigos del País. Desde joven se integra en los círculos ilustrados y viaja por Inglaterra y Francia, donde se familiariza con técnicas de grabado, dibujo industrial y porcelana. Será un grabador excepcional. Concretamente, sus láminas del Gabinete de Máquinas de López de Peñalver son más que una muestra de la precisión técnica que maneja y el talento artístico que guarda. Además, introduce en España la litografía y es quien enseña a Goya la técnica del grabado al aguatinta. Finalmente, su carrera se completa cuando ostenta diversas direcciones en varias Reales Fábricas (de Porcelanas del Buen Retiro, de Loza de la Moncloa, de Cristales de La Granja...), impulsando su modernización. Tras jubilarse en 1829, se dedica a la pintura y al estudio técnico hasta su muerte en 1851.

Siglo XIX


Camarón, Vicente. 1803-1864

Vicente Camarón Torrá nace en Madrid el 7 de abril de 1803. Formado desde temprana edad en la Real Academia de San Fernando –donde, más tarde, también enseñará–, inicia su carrera como litógrafo en el proyecto dirigido por José de Madrazo, la Colección litográfica de los cuadros del rey de España (1825-1826), reproduciendo obras de Murillo, Alonso Cano y otros maestros. Más adelante colaborará en la Colección de Vistas de los Sitios Reales (1832), con estampas dedicadas a La Granja de San Ildefonso. En general, su domino del dibujo y su destreza en la técnica litográfica lo convertirán en colaborador habitual del Real Establecimiento Litográfico. No obstante, compaginará esta labor con la pintura de paisajes y la decoración mural, consolidándose como una figura clave del romanticismo español hasta su muerte en Madrid, en el 2 de abril de 1864.

Capuz, Tomás Carlos. 1834-1899

Tomás Carlos Capuz nace en Valencia el 4 de noviembre de 1834. Discípulo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, dedicará su vida a la xilografía profesional. Su esmero le valdrá reconocimientos en las Exposiciones Nacionales de 1858, 1860 —donde recibe Mención Honorífica— y 1862. De estilo romántico, gozará de buena reputación por su comprensión del materialismo del grabado y su buen gusto en la dirección de las líneas. Lo acreditan sus colaboraciones en prensa ilustrada (El Museo Universal, La Ilustración Española y Americana, el Semanario Pintoresco Español…), obras de referencia como la Historia del Escorial de Antonio Rotondo y en las novelas por entregas del momento, como Los celos de una reina (1883) o Los mohicanos en París (1856–1857). No obstante, con el declive del grabado intercalado, caerá en el olvido y morirá pobre en Madrid el 21 de agosto de 1899.

Cardano, José María. 1781-1834

José María Cardano (Cartagena, 1781 – ¿Londres?, ca. 1835) será uno de los introductores de la litografía en España. Formado en París y Múnich bajo el patrocinio de su tío –el cartógrafo Felipe Bauzá–, perfeccionará la técnica con el propio Alois Senefelder. Fundará en 1819 el Establecimiento Litográfico del Depósito Hidrográfico, donde formará a artistas como Madrazo, Ribera, Vicente López o Goya. Será un Liberal convencido; por lo que difundirá retratos de los héroes constitucionales del Trienio Liberal. Exiliado tras la restauración absolutista, establecerá un taller litográfico en Londres. Su labor como grabador y pedagogo convertirá la litografía en un instrumento de modernización gráfica e institucional. Permanecerá activo al menos hasta 1835, aunque su fecha de muerte es desconocida.

Castelló y González del Campo, Vicente. 1815-1872

El valenciano Vicente Castelló y González del Campo, nacido en 1815, será uno de los principales impulsores del grabado xilográfico en la España del siglo XIX. Se formará en las Reales Academias de San Carlos y San Fernando, ampliando estudios en París bajo la dirección de Porret. Colaborará en publicaciones ilustradas como el Semanario Pintoresco Español, El Panorama o El Siglo Pintoresco, que también dirige y edita. Destacan sus estampas para obras como una antología de poemas de Quevedo, la Vida del Lazarillo de Tormes, las Aventuras de Gil Blas de Santillana o los Monumentos arquitectónicos de España. Igualmente, fundará también una escuela en su casa (1836), en donde instruirá a diversos grabadores en madera. Como regente de la Calcografía de la Imprenta Nacional, introducirá la cromolitografía en color y oro, consolidando así su legado de figura clave en la modernización del grabado español. Morirá en Madrid en 1872.

Madrazo, José de. 1781-1859

José de Madrazo y Agudo nace en Santander durante 1781. De acusada formación en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, completará su aprendizaje en París junto al neoclásico Jacques-Louis David. Será en Roma, no obstante, donde afiance tal estilo. Destacará en pintura histórica y retrato. Igualmente, será también pionero en la introducción del arte litográfico en nuestro país mediante el Real Establecimiento. Además, desde 1818, desempeñará un papel central en la institucionalización artística reorganizando el Real Museo de Pinturas –y catalogando sus colecciones– y dirigiendo la edición de la Colección litográfica de los cuadros del Rey. Así, dedicará toda su vida a la expresión artística y la difusión del patrimonio hasta que muera en Madrid en 1859.

Ortega, Calixto. 1811-1860

Calixto Ortega Matamoros nace en Lillo (Toledo) en 1811 y se formará en la Academia de San Fernando. Se especializa en la xilografía, disciplina que perfeccionará en París a partir de 1839, gracias al impulso de Federico de Madrazo y Valentín Carderera. Desde entonces, colaborará intensamente en el Semanario Pintoresco Español, publicación en la que contribuirá a dignificar la técnica del grabado en madera. Será también editor y director de otras revistas ilustradas, además de autor de láminas y viñetas para títulos fundamentales como Los españoles pintados por sí mismos. Además, participará en la creación de una escuela de xilógrafos madrileños y consolidará su papel como figura clave en la historia gráfica española del siglo XIX. Morirá en 1860 en la capital española.

Parcerisa, F.J. 1803-1875

Francisco Javier Parcerisa Boada nace en Barcelona en 1803. Se formará en la Junta de Comercio y completará su aprendizaje como litógrafo de forma autodidacta. Ejercerá un papel crucial en la consolidación de la litografía en España, siendo considerado uno de sus principales introductores. Su nombre quedará estrechamente ligado a Recuerdos y bellezas de España (1839–1872), monumental proyecto que dirigirá y para el que ejecutará cerca de seiscientas láminas. Sus estampas arquitectónicas, realizadas casi siempre al natural, destacarán por su sensibilidad romántica y su afán documental. Miembro de varias academias y comisiones patrimoniales, dedicará su vida a preservar gráficamente los monumentos españoles hasta su muerte en 1875, también en la Ciudad Condal.

Vallejo y Galeazo, José. 1821-1882

José Vallejo y Galeazo, nacido en Málaga en 1821, se forma tempranamente como dibujante, lo que le permite destacar pronto por su dominio del lápiz y la litografía. Gracias a ello, obtendrá una plaza por oposición como profesor de bellas artes y llegará a encargarse de la Escuela de Artes y Oficios de Madrid. Igualmente, ilustrará decenas de libros y revistas del siglo XIX, consolidándose como uno de los artistas gráficos más prolíficos del periodo. En cuanto a su obra grabada, esta es diversa y precisa. Tienen y merecen especial reconocimiento sus escenas bélicas de la Guerra de África –en la que, además, se alista como soldado voluntario– y sus series taurinas, valoradas por su calidad artística y conocimiento técnico. Así, su legado visual enriquecerá la iconografía romántica española más allá de su muerte en Madrid en 1882.

 

Fuentes consultadas

Carrete Parrondo, Juan (1978). El grabado calcográfico en la España ilustrada: Aproximación Histórica; Estampas de Manuel Salvador Carmona; Repertorio de grabadores españoles del siglo XVIII. Club Urbis. Signatura: BA/19720/5

Esteve Botey, Francisco (1993). Historia del grabado. Clan. Signatura: SDB 76(091) EST

Gallego Gallego, Antonio (1979). Historia del grabado en España. Cátedra. Signatura: SDB 76(460) GAL

López Piñeiro, José María (1987). El grabado en la ciencia hispánica. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Signatura: E/2065

Ministerio de Cultura (s. f.). CER.es—Colecciones en Red. Museos. https://ceres.mcu.es/pages/SimpleSearch?index=true

Museo Nacional del Prado (s. f.). Enciclopedia. https://www.museodelprado.es/aprende/enciclopedia

Ossorio y Bernard, Manuel (1975). Galería biográfica de artistas españoles del siglo XIX. Giner. Signatura: B 95 ESP 

Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (s. f.). Diccionario Interactivo Ceán Bermúdez. https://ceanbermudez.es/wiki/Portada

Real Academia de la Historia (s. f.). Diccionario Biográfico electrónico (DB-e). https://dbe.rah.es/

Créditos

 

Créditos: Elaborado por el Servicio de Información Bibliográfica de la Biblioteca Nacional de España.

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