Se representa como un diálogo entre la Virgen y el ángel Gabriel. A menudo se incluyen detalles cotidianos de la vivienda de María en contraste con el contenido sobrenatural.
Aparecen de forma habitual en los manuscritos medievales, ya que se trataba de una sociedad guerrera en la que además fueron populares las novelas de caballería. Pueden representar la lucha moral entre el bien y el mal.
Cada mes se representaba con una tarea agrícola. También se incluían actividades lúdicas y fiestas.
Se muestra en una sola escena o en acción, a veces se agrupa en una sola secuencia dos o más episodios de la Biblia.
Uno de los símbolos más repetidos de la cultura cristiana. En la Edad Media en ocasiones se representaba a Cristo con atributos de la realeza y sin disimular los aspectos más tortuosos de la escena.
Símbolo de la destrucción y la regeneración, con el agua como elemento vital. La supervivencia de Noé y su familia representa el nuevo pacto entre Dios y la Humanidad.
Representa la adoración de los Reyes Magos y la presentación de Jesús a los hombres, indicando el inicio de la salvación.
Asociada principalmente a la Casa Real francesa, fue un motivo heráldico habitual. También se utilizó como símbolo cristológico.